A principios del XIX se empieza a percibir una nueva personalidad en la guitarra. Su forma comienza a hacerse más larga, más estrecha con una escotadura más estrecha, a semejanza de la guitarra tal y como la conocemos. Son de referencia los instrumentos de Bastien y Pacherel. Otra característica es que los trastes se prolongan hasta casi alcanzar la boca de la guitarra.
Podemos afirmar que en el siglo XIX, la guitarra alcanzaría su punto máximo de desarrollo. Varios fueron los factores que permitieron el desarrollo de la guitarra. Los cambios sociales a causa de la Revolución Industrial, ayudaron en sobremanera al establecimiento de la guitarra, las mejoras en los medios de transporte como los trenes, permitió el desplazamiento de los concertistas y por consiguiente la divulgación de sus obras.
El personaje más importante de esta época es sin duda el español Fernando Sor (1778-1839). Aunque Sor fue un gran compositor escénico, sobresalió por sus composiciones para guitarra. Después de la Guerra de la Independencia llevó la guitarra con gran éxito a Inglaterra.
Entre otros exponentes de esta época están el español Dionisio Aguado (celebré por su método de guitarra todavía vigente aunque en una versión revisada), y los italianos Ferdinando Carulli, Mateo Carcassi y Mauro Giuliani.
Otros compositores de renombre fueron Luigi Legnani, Kreutzer, Nüske, Regondi y el célebre compositor alemán Leonhard Schülz. Berlioz y Paganini eran guitarristas; la influencia de la guitarra en Berlioz se refleja en sus acordes. Los cuartetos para guitarra y cuerdas de Paganini muestran que conocía las inmensas posibilidades de color al combinar la guitarra con el violín y viola, aunque su escritura para guitarra fue algo menos brillante que para el violín.
En España se dieron a conocer otros guitarristas como Julián Arcas (de estilo popular y costumbrista inspiró a muchos guitarristas flamencos) y Napoleón Coste a quién se vinculó con Aguado, Sor y Carcassi. También aportaron al instrumento guitarristas como Johann Kaspar Mertz, Zani de Ferranti, Matteo Bavilaqua, Wenzeslaus Matiegka, Johann Bayer, Joseph Küffner, Johann Kapeller, entre otros.
La historia de la guitarra moderna llega a su cumbre con la figura de Francisco Tárrega (nace en Villareal, 1852; muere en Barcelona, 1909) creador de la escuela moderna de la guitarra. Sus innovaciones no dependieron, como se dice, de tocar con las uñas o con la yema de los dedos, sino en la posición de las manos y los dedos, y la manera de pulsar las cuerdas. Tárrega y sus discípulos dieron particular énfasis en el uso de la mano derecha.
La preocupación de Tárrega era la de conseguir un mayor volumen en el sonido de la guitarra. En sus esfuerzos estudio los mecanismos del piano, y trato de comparar la pulsación de los dedos de la mano derecha, que vendrían a cumplir en la guitarra la función de los macillos del piano al golpear las cuerdas.
Las tesis ya aparecidas a finales del XVIII y continuadas durante todo el XIX, que defendían la separación entre la guitarra usada como mero instrumento de acompañamiento y la guitarra como instrumento de concierto, quedaron refutadas por Tárrega, cuyas transcripcionesde la música de Bach, Beethoven, Mozart, Haydn y compositores españoles como Albéniz y Malats mostraron las grandes posibilidades del instrumento.
El mismo Albéniz, escuchando sus composiciones tocadas por Tárrega y transcritas para guitarra, dijo que eran superiores a sus versiones para piano. Las transcripciones de Tárrega que varios guitarristas las ejecutaban en numerosos conciertos, despertaron el interés de otros músicos, incluyendo Falla, Turina, Ponce, Villa-Lobos, Broqua, Castelnuovo-Tedesco y Manén, que probablemente ellos mismos nunca pensaron en componer para la guitarra.
Uno de los discípulos de Tárrega fue Miguel Llobet que brindó conciertos en las grandes ciudades de Europa, América del Sur y Estados Unidos. Otros discípulos de Tárrega fueron Emilio Pujol y Daniel Fortea.
A pesar de ser la guitarra un instrumento armónico de grandes capacidades tímbricas, tiene un rango bastante limitado comparada con el piano; consecuentemente, obras musicales de una textura polifónica bastante elaborada no pueden ser bien adaptadas en la guitarra.
Sin embargo, muchos guitarristas confiesan que en la guitarra la música adquiere otros matices y un espectro casi ilimitado de sonidos, por lo tanto reconocen la deuda que se debe a Tárrega, como fundador de la escuela moderna de la guitarra.
Paralelamente a los trabajos de Tárrega por obtener una técnica más sólida en la guitarra, se encuentran los trabajos del luthier Antonio Torres Jurado (1817-1892) que con algunas sugerencias de Julián Arcas, perfeccionó la forma estructural de la guitarra aumentando la caja de resonancia y el ancho del mástil, e hizo entrever la importancia de la tapa armónica en la proyección del sonido, aumentando varetas en forma de abanico como soporte a la tapa armónica.
Llegado el siglo XX hay que rendir un pequeño homenaje a Andrés Segovia (nacido en 1890) que llevó a la guitarra a las grandes salas de concierto de todo el mundo, e influenció a que compositores modernos estudien la técnica de la guitarra y compongan para este instrumento, incluso conciertos para guitarra y orquesta como el de Castelnuovo-Tedesco, Villa-Lobos, Rodrigo.
Un contemporáneo de Segovia fue Agustín Barrios, uno de los grandes compositores e intérpretes de guitarra de Latino América. Nació en Paraguay viajó por toda América y Europa. Sus composiciones alcanzan el número de 300 y son de un alto sentido musical.
Dentro del grupo de grandes guitarristas que ha dado el siglo XX hay que mencionar a Narciso Yepes y Regino Sainz de la Maza quien fuera el primer guitarrista en tocar el Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo en 1940.
Segovia, asi mismo, dio paso a otros grandes guitarristas como los ingleses Juliam Bream y John Williams, o el venezolano Alirio Díaz.
En las últimas décadas la técnica desarrollada por el uruguayo Abel Carlevaro ha dado muchas posibilidades al instrumento, han surgido grandes compositores modernos como el cubano Leo Brouwer, y un inmensurable número de intérpretes de todas las nacionalidades, entre los cuales sobresalen: Eduardo Fernández, David Russel, Manuel Barrueco, Eliot Fisk, Christopher Parkening, Kazuhito Yamashita, Jorge Cardoso sólo por mencionar algunos.
El repertorio del siglo XX ha introducido nuevas técnicas y sonoridades a veces derivadas de la música folclórica, el flamenco y el jazz. Actualmente, la guitarra es probablemente uno de los instrumentos que más se toca en todo el mundo.